Cómo crear un gran espacio de estudio

¿Dónde suele estudiar? Si la respuesta es «tumbado en la cama con el portátil apoyado en las rodillas mientras como Cheetos fritos», quizá debas plantearte renovar tu espacio de estudio.
Vamos a ver cómo crear (o encontrar) un lugar de estudio que te permita entrar, hacer tu mejor trabajo y luego volver a divertirte con alta densidad.
Examinaremos los diferentes tipos de espacios de estudio, lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer en la creación de un espacio de estudio, y los principios clave para asegurarse de que tu espacio de estudio hace lo que debe: ayudarte a estudiar mejor. Por último, te daremos algunos ejemplos de espacios de estudio que ponen en práctica estos principios.
La mayor parte de este artículo de CEFI tratará sobre cómo crear una zona de estudio semipermanente en tu dormitorio o apartamento. Sin embargo, antes de llegar a eso, creo que es bueno echar un vistazo a los diferentes tipos de espacios de estudio que (probablemente) tienes a tu disposición como estudiante universitario.
1. La biblioteca
Cuando estaba en la universidad, hacía la mayor parte de mis estudios «serios» en la biblioteca. Si necesitaba concentrarme de verdad y hacer un trabajo o preparar un examen serio, la biblioteca era mi sitio. El lugar de la biblioteca en el que estudiaba dependía de lo que intentara conseguir, pero generalmente buscaba un lugar que cumpliera los siguientes criterios:
- Silencio. La mayoría de las bibliotecas universitarias, incluida la mía, están divididas en diferentes zonas de nivel de ruido. Las mías iban desde «colaborativo» (se permite hablar a un volumen normal) hasta tranquilo (susurrar sólo si es necesario) y silencioso (no te atrevas ni a toser). Yo solía elegir la zona silenciosa y me ponía los auriculares para bloquear los ruidos extraños.
- Amplio. Es decir, que haya espacio suficiente para desplegar todos mis libros, el ratón externo, el ordenador, el material de escritura y los aperitivos. Lo ideal sería coger una de las mesas de la zona común de la primera planta de la biblioteca.
- Vacía. Esto fue un poco más complicado, pero traté de encontrar un lugar que no tuviera mucho tráfico de personas u otras distracciones. Porque si levantaba la vista cada cinco minutos para saludar a alguien conocido, no sería una sesión muy productiva.
Pero incluso si no tienes un espacio así, puedes hacerte con un pequeño rincón de la biblioteca que sientas como propio. Encuentra una parte de la biblioteca a la que nadie vaya realmente y utilízala.
2. Edificios académicos
Si se trata de la asignatura adecuada, los edificios académicos pueden ser lugares estupendos para estudiar. Algunos departamentos tienen incluso salas de estudio o «laboratorios» dedicados a su materia.
Por ejemplo, mi universidad tenía un «laboratorio de matemáticas» donde podías ir a trabajar en tus deberes de matemáticas y tener tutores disponibles para responder a cualquier pregunta. También había una zona similar para todos los estudiantes de STEM. Si estás cursando una asignatura de una de estas disciplinas, te animo a que utilices todos los recursos que ofrece el departamento en cuestión.
3. Lugares diversos en el campus
No voy a dedicar mucho tiempo a esto, ya que creo que en general hay mejores lugares para estudiar, pero tuve algunos amigos que hicieron todo su estudio en lugares que no eran ni la biblioteca ni un dormitorio. Entre ellos se encontraban lugares como la sala de estar del centro de estudiantes, bajo un árbol en el patio o incluso en el comedor.
Personalmente, nunca podría trabajar seriamente en un lugar así (demasiadas distracciones), pero si a ti te funciona, hazlo. Estos pueden ser buenos lugares para reunirse para el trabajo colaborativo, aunque incluso entonces yo sugeriría que un espacio común en la biblioteca probablemente sería mejor, ya que tiene un ambiente más estudioso.
4. Fuera del campus
En algunos casos, es posible que quieras abandonar el campus por completo. Durante mi último año, algunos de mis mejores escritos los hice en una cafetería fuera del campus. Estaba a unos 20 minutos a pie de mi casa, así que cuando llegué allí me aseguré de no perder el tiempo.
Era un lugar al que iba sólo para trabajar, y en ese sentido era casi como una oficina. Una oficina con una suave iluminación natural, cálidos muebles de madera y deliciosas bebidas y aperitivos.
Por supuesto, no tienes que ir a una cafetería fuera del campus para evadirte. Comprueba si tu ciudad universitaria tiene una biblioteca pública. También puede ser un lugar estupendo para estudiar, ya que es menos probable que te encuentres con gente conocida y puede sacarte de la rutina creativa que puede suponer estudiar sólo en el campus. Además, tener acceso a un sistema bibliotecario adicional puede ser muy útil para la investigación.